En contraste con los acabados de techo tradicionales que demandan mucho tiempo y materiales, los techos tensados satinados ofrecen una instalación rápida y una notable durabilidad. No requieren planchado ni pintura en su superficie, y producen mínima suciedad o desechos de construcción durante su montaje. La instalación de un techo tensado satinado no exige reparar el techo preexistente, ya que oculta eficazmente defectos como manchas, grietas y otras irregularidades. Debido a su montaje sencillo, estética, seguridad, costo y resistencia, los techos tensados se perfilan como el sistema de techado más promisorio para el futuro.

La ventaja más destacada de los techos tensados satinados es su extensa variedad de colores, ofreciendo más de 100 tonalidades diferentes. Los amantes del estilo clásico apreciarán un techo de textura satinada que emula un techo blanco tradicional con una superficie lisa y perfecta, mientras que las texturas de gamuza, mármol, cuero o madera aportan un toque distintivo de sofisticación a cualquier residencia u oficina. Además, los techos tensados satinados pueden instalarse de forma rápida y sin complicaciones en cualquier lugar. El sistema de techo tensado consta solamente de dos componentes: la tela del techo y el perfil de sujeción, los cuales se pueden colocar en un día. Estos techos se adaptan al movimiento natural y constante del edificio.